sábado, 16 de octubre de 2010

A mi madre...

Vivo entre lo real y este mal sueño,

Entre el ayer y lo vivido,

Mezclando lo que niego

Con lo que no quiero y olvido.


A mi madre Dios se la llevo

Como con el viento la arrebato

Sin decir porque, sin decir lo siento

Sin una mirada, sin un lamento.


El dolor que llevo ahora conmigo

Esta siempre muy adentro

Solo aquel que lo ha sentido

Puede decir en realidad “lo siento”.


Mi madre me amo y me instruyo,

Cosas de la vida me enseño,

Lo mejor de sí siempre me dio

Y ahora todo en mi quedo.


Su recuerdo en mi está vivo

Esto lo siento muy dentro mío

Si recuerdo todo lo con ella vivido

Siempre estará aquí conmigo.


Se que si Dios permitió todo esto

Es porque puedo soportarlo

Y si fuerzas en mi no tengo

El mismo me ayudara a sobrellevarlo.

viernes, 15 de octubre de 2010

Alma de niña

Ves lo mejor de los demás

Crees que la gente puede cambiar

Frente al dolor no huyes jamás

Tienes una capacidad enorme de amar.


Si me detengo en tu mirada

Puedo ver la paz que anida en ti

A pesar de todo lo que has vivido

Hay sonrisas no solo para mí


Una niña pequeña aun habita en ti

Se te cuela en la mirada,

al caminar, al amar, al vivir

En cada decisión de tu existir.


Eres un obsequio del cielo

Una muestra de lo bueno

De lo sincero, de lo real,

De lo que vale la pena esperar


Solo espero que la vida

Te devuelva la mitad de lo que das

Y que una sonrisa como la tuya

Nunca se pueda apagar.

para susi de Milca.

jueves, 12 de agosto de 2010

18 años, da igual(1° parte)

Se despertó temprano; algo demasiado inusual en ella, pero es que hoy no era un día como cualquier otro, se suponía que hoy era un día distinto ya que sería su cumpleaños, además tampoco era un cumpleaños cualquiera sino su cumpleaños número 18. Por una parte todos decían que cumplir 18 años era algo diferente a los demás cumpleaños, aunque no tenía idea si era o no así, pero por otra parte jamás le habían gustado sus cumpleaños por el simple hecho de que jamás había tenido alguien que se lo celebrara como era debido. Debido a esto se suponía que un cumpleaños más o uno menos daba igual.
Revisó su celular, aún no recibía ningún mensaje ni llamada de feliz cumpleaños, también reviso su facebook, pero nada de nada. Siempre como cada año tenia la secreta esperanza de que su cumpleaños esta vez fuera distinto, hasta ahora eso no había pasado y ya perdía la esperanza de que eso sucediera, a pesar de que todos dijeran que la esperanza era lo último que se perdía. No se quería levantar de la cama, pero mas le valía levantarse de inmediato, sino llegaría tarde a trabajar, a su “súper” trabajo, por lo tanto se levantó de un brinco y como siempre pensando en que se me pondría, se miró en el espejo y justo hoy, como le pasaba algunos días se encontró fea, le dieron ganas de volver a su cama, pero ya no era una niña que cuando no quería enfrentar sus problemas se escondía o decía que estaba enferma, eso ahora no resultaba, para su desgracia. Se puso lo primero que pillo, su falda regalona, botas negras y lo demás todo azul (pantys, chaleco, chaqueta, bufanda), hacia un poco de frío, aunque el día tenía pinta de que cambiaría. Miró su reloj, ya iba tarde a trabajar así que corriendo tomo su bicicleta y salió.
Su jefa la estaba esperando en la oficina, pensó: “Oh no, justo hoy, en mi cumpleaños” en fin, daba lo mismo, era de esperarse, hace días que sus compañeros de trabajo le decían que por volada le llamarían la atención, creo que tenían razón.
Se suponía que cuando uno salía de conversar con su jefa normalmente salía o con la cara larga o con la cara triste, pero ella salió con la cara sin expresión, es que no se lo pensó, no se lo imagino para nada, aunque sabía que la mala suerte la perseguía esperaba que al menos hoy pasaría de largo. Perfecta se veía ahora con un sobre azul en la mano, ni siquiera se despidió de sus compañeros de trabajo; en los 3 meses que llevaba trabajando en ese lugar no había fortalecido lazos con ninguno de ellos, mejor así pensó, agarro su bicicleta y pedaleo lo mas rápido posible, para apartarse de allí de un buena vez, pedaleo, pedaleo, pedaleo, etc. Por sus mejillas corrían lágrimas que no podía detener, pedaleo tanto que llego a una parte de la ciudad que no conocía, se devolvió caminando, con la bicicleta al lado suyo, no quería llegar a la soledad de su casa, es decir, de su pequeño y diminuto departamento que desde que su abuela había muerto, llamaba hogar. Mientras caminaba sonó su celular, era su pololo: “Hola amor: feliz cumpleaños, que tengas un lindo día, después te paso a ver”… y colgó, ni siquiera dejo que hablará, no se dio cuenta de que estaba llorando, ni siquiera preguntó que tal había sido su día, que terrible. Cristopher nunca había sido un modelo de novio pero al menos esperaba que conociéndola como la conocía, fuera un poco más comprensivo o algo por el estilo, pero no era chiste que a veces los hombres eran perfectos trogloditas.
Subió a su departamento y se metió derecho a la cama, quería dormir y solo dormir, como decía a veces no despertar jamás, bueno eso solo era un dicho, a veces la vida podía ser buena, solo a veces. Se despertó con el ruido del timbre, sonaba sin parar. Que lata no se quería levantar, ya sabía que no podía ser Cristopher; él tenía llave. Se levantó lentamente y fue abrir la puerta, era un ramo de preciosas flores para ella, parece que Cristopher no era tan troglodita después de todo, firmo el recibo y cerró la puerta mientras leía lo que decía la tarjeta con la cual venían las flores “eres mi vida, desde siempre y para siempre, agradezco a Dios que me dió el privilegio de conocerte y de que me ames como yo te amo, Feliz cumpleaños” firmaba “L forever” , primera vez que la sorprendía de esa manera en los 3 años que llevaban juntos, parece que después de todo los 18 años podían ser diferentes, en eso se da cuenta de que en su apuro por salir en la mañana no se había dado cuenta de que su casa estaba ordenada, normalmente su casa era un asco, Cristopher siempre le regañaba por lo mismo, pero esa tarde su casa lucia un aspecto reluciente, mientras asimilaba aquello, sonó su celular, sonaba y no sabía donde, es que cuando había llegado de vagar por la ciudad, había tirado todo lejos, ahora buscaba con afán su celular que sonaba sin parar. Lo encontró debajo de su cama, junto a ropa sucia, quién quiera que había hecho el aseo de su casa no había tocado su pieza, sonriendo por primera vez en el día, contesto el celular, era su pololo, “¿Amor, estás en casa? ¿Te gusto la sorpresa?
Cómo no le iba a gustar, era lo mejor que le había pasado en muchos días bastantes negros por si acaso. Quedaron en que ella lo iría a buscar al trabajo, a las 8, para que pasearan un poco, miro su reloj, tenia 3 horas antes de ir a buscarlo, sonriendo y mirando la vida con mas optimismo que en la mañana pensó “lo que puede hacer Cristopher en mi” pero le daba igual, se sentía mejor y eso es lo que importaba. Se propuso ordenar su pieza y embellecerse, a las 7 estaba ultra atrasada pero aun feliz, se tomo un tiempo para abrir y leer el maldito o bendito sobre azul, todo dependía de que punto de vista se me mirará, lo abrió y ahora si que su cara no sabia que expresión poner, es que dentro del “sobre azul” había dinero y una tarjeta de feliz cumpleaños que decía “Espero que tengas un lindo día, el dinero es un regalo del equipo de trabajo, que todos tus deseos se cumplan, eres una chica muy especial” firmaban todos sus compañeros de trabajo, incluyendo su querida jefa y traía una posdata que decía: “El sobre azul era un broma, para que no te tomes siempre las cosas tan a la mala, te esperamos mañana, ojala no hayas abierto este sobre demasiado tarde”, terminó de leer y se puso a llorar pero esta vez era de felicidad, sintió que Dios existía, que la vida por fin le sonreía y todo podía mejorar. Se fue a vestir, eligió con cuidado que ponerse, quería verse bonita, acorde con las cosas bellas que le habían pasado hoy. Y salio a la cálida noche, el cielo plagado de estrellas que le prometían sueños y finales felices.

viernes, 30 de julio de 2010

Ƈσŋ∱εşïóŋ

La miró a los ojos y le dijo despacito como para sí mismo, sólo para que ella lo escuchara: Elena, te amo, desde siempre, me quede prendado de tu voz, de tu manera de ser tan delicada. Lo dijo rápido, en un susurro, mientras que al mismo tiempo sentía como los colores le subían al rostro, él, que presumía de ser todo un macho, se estaba poniendo colorado como una niña, que humillación, pero aquello no era nada, con lo que se venía, jamás lo pensó, su ego de macho no lo vino venir; ella se rió en su cara, se rió de sus palabras, de los colores de su rostro, de lo bajo del tono de su voz, de todo, todo le pareció divertido y le dijo: eres un tonto, como muchos que andan por ahí, como muchos que han tenido el valor de decirme algo semejante, yo no creo en el amor, no necesito un hombre para ser feliz, guárdate tus palabras, ve a adular a otra y se marcho riendo. Él que pensó que esa noche la atesoraría como la primera de muchas noches de amor, no podía creer su derrota y en un intento vano por preservar su orgullo, le grito: Elena! Te vas arrepentir, nadie te amará como lo hago yo, ella ni siquiera volteó el rostro; sus palabras fueron para el viento dando la sensación que también se reía, como la noche en general.

jueves, 29 de julio de 2010

SĪƐИƬ♡

ѕιєηtσ υη ∂σℓσя єη єℓ αℓмα
cση tιηtє gяιѕ у ƒση∂σ σѕcυяσ
ѕιєηtσ мιℓєѕ ∂є αgυנαѕ
αtяανєѕαη∂σ мι αℓмα у cσяαzóη ιηρυяσ

ѕιєηtσ ∂єѕgαяяαη∂σмє ρσя ∂єηtяσ
ℓєηtαмєηtє у єη ѕιℓєηcισ
ρяєѕιєηtσ qυє єѕtσу мυяιєη∂σ
ρєяσ ησ уσ, ѕι ησ єѕtσ qυє ℓℓєνσ ∂єηtяσ

ѕιєηtσ єℓ ℓαtι∂σ ∂є мι cσяαzóη
cσмσ αℓєtєσѕ ∂є мαяιρσѕαѕ ∂є cσℓσяєѕ
cσмσ ѕι ƒυєяαη ηαcιєη∂σ, ρєяσ α ℓα νєz мυяιєη∂σ
cσмσ ѕι ησ ƒυєяα уσ, ѕσℓσ єѕtє ѕєηtιмιєηtσ

miércoles, 28 de julio de 2010

Sσɱɓŗąş

Trato de cerrar los ojos y pensar en algo agradable y bonito, pero nada llegaba a su mente, era como un gran lienzo en blanco, abrió de nuevo los ojos y se dijo a si misma: Ana, tu eres grande, esto es solo una ilusión, una maldita ilusión, pero la ropa colgada en la pared, los muebles, todo, seguían proyectando sombras y figuras que le hacían no querer abrir los ojos, solo querer seguir durmiendo, volvió a cerrar los ojos con fuerza y canto, muy despacio, canto para sí misma y luego volvió abrir los ojos, todo seguía igual, parece que estaba vez no funcionaba, de nuevo cerro sus ojos y en silencio pidió que se acabara y dijo aquello que alguna vez escucho, leyó o le contaron… Jehová es mi pastor…nada me faltara, en lugares de delicados pastos me hará descansar… y lentamente empezó a cerrar sus ojos, sus parpados pesaban y se quedo profundamente dormida. A la mañana siguiente Ana no recordaba nada, aun no entendía porque odiaba que llegara la noche. =)