viernes, 30 de julio de 2010

Ƈσŋ∱εşïóŋ

La miró a los ojos y le dijo despacito como para sí mismo, sólo para que ella lo escuchara: Elena, te amo, desde siempre, me quede prendado de tu voz, de tu manera de ser tan delicada. Lo dijo rápido, en un susurro, mientras que al mismo tiempo sentía como los colores le subían al rostro, él, que presumía de ser todo un macho, se estaba poniendo colorado como una niña, que humillación, pero aquello no era nada, con lo que se venía, jamás lo pensó, su ego de macho no lo vino venir; ella se rió en su cara, se rió de sus palabras, de los colores de su rostro, de lo bajo del tono de su voz, de todo, todo le pareció divertido y le dijo: eres un tonto, como muchos que andan por ahí, como muchos que han tenido el valor de decirme algo semejante, yo no creo en el amor, no necesito un hombre para ser feliz, guárdate tus palabras, ve a adular a otra y se marcho riendo. Él que pensó que esa noche la atesoraría como la primera de muchas noches de amor, no podía creer su derrota y en un intento vano por preservar su orgullo, le grito: Elena! Te vas arrepentir, nadie te amará como lo hago yo, ella ni siquiera volteó el rostro; sus palabras fueron para el viento dando la sensación que también se reía, como la noche en general.

jueves, 29 de julio de 2010

SĪƐИƬ♡

ѕιєηtσ υη ∂σℓσя єη єℓ αℓмα
cση tιηtє gяιѕ у ƒση∂σ σѕcυяσ
ѕιєηtσ мιℓєѕ ∂є αgυנαѕ
αtяανєѕαη∂σ мι αℓмα у cσяαzóη ιηρυяσ

ѕιєηtσ ∂єѕgαяяαη∂σмє ρσя ∂єηtяσ
ℓєηtαмєηtє у єη ѕιℓєηcισ
ρяєѕιєηtσ qυє єѕtσу мυяιєη∂σ
ρєяσ ησ уσ, ѕι ησ єѕtσ qυє ℓℓєνσ ∂єηtяσ

ѕιєηtσ єℓ ℓαtι∂σ ∂є мι cσяαzóη
cσмσ αℓєtєσѕ ∂є мαяιρσѕαѕ ∂є cσℓσяєѕ
cσмσ ѕι ƒυєяαη ηαcιєη∂σ, ρєяσ α ℓα νєz мυяιєη∂σ
cσмσ ѕι ησ ƒυєяα уσ, ѕσℓσ єѕtє ѕєηtιмιєηtσ

miércoles, 28 de julio de 2010

Sσɱɓŗąş

Trato de cerrar los ojos y pensar en algo agradable y bonito, pero nada llegaba a su mente, era como un gran lienzo en blanco, abrió de nuevo los ojos y se dijo a si misma: Ana, tu eres grande, esto es solo una ilusión, una maldita ilusión, pero la ropa colgada en la pared, los muebles, todo, seguían proyectando sombras y figuras que le hacían no querer abrir los ojos, solo querer seguir durmiendo, volvió a cerrar los ojos con fuerza y canto, muy despacio, canto para sí misma y luego volvió abrir los ojos, todo seguía igual, parece que estaba vez no funcionaba, de nuevo cerro sus ojos y en silencio pidió que se acabara y dijo aquello que alguna vez escucho, leyó o le contaron… Jehová es mi pastor…nada me faltara, en lugares de delicados pastos me hará descansar… y lentamente empezó a cerrar sus ojos, sus parpados pesaban y se quedo profundamente dormida. A la mañana siguiente Ana no recordaba nada, aun no entendía porque odiaba que llegara la noche. =)